22 de Enero - Bicentenario de Cañuelas

22 de Enero - Bicentenario de Cañuelas

Por Raúl E. Valobra

Afrontamos un momento que muchas veces nombramos antes, años en los que venimos anunciando este día: los 200 años de vida y de historia de nuestra querida ciudad de Cañuelas, un evento singular e irrepetible, un hecho que nos interpela y nos obliga a mirar el pasado de cara a un futuro que -necesariamente- debe contenerlo para expresarlo en calidad de expansión inmensurable.

Deambulamos por las calles de esa historia, por los caminos que antes del 1822 trajeron hasta estas tierras a quienes dieron sus primeros pasos fundacionales, en muchos casos corriendo al indio que habitaba en la pampa húmeda y en otros casos asesinándolos para despojarlos del territorio, cuestión que también debemos observar cuando recorremos nuestro bicentenario.

Un claro ejemplo de ello fue la “Guardia del Juncal”, una avanzada de la conquista para ir ganándole tierras a los originarios y quedárselos, luego vino todo lo que ya sabemos, el hecho administrativo que decreta la división de esos extensos territorios, entre los cuales estaba Cañuelas, aquel 22 de enero de 1822 señala la independencia jurisdiccional y nos da entidad sobre el territorio bonaerense.

Cañuelas se celebra con las certezas establecidas por la cotidianidad, la planificación que nos puso al frente de una región y nos exhibe como modelo de comuna pujante en la que convergen los pilares de esta sociedad del siglo XXI: Educación; Salud; Empleo y Seguridad, cuestiones que permiten a los ciudadanos intentar sus sueños en nuestro suelo, desarrollarse en todas sus potencialidades con igualdad de oportunidades, con un carácter federal que día a día se impone en la agenda política y social.

Cada vecino y vecina tiene en su retina postales del Cañuelas en el que nació y puede contrastarlas con este, sin valoraciones políticas electoralistas aunque sí puede palpar su transformación y el rol que tuvieron los distintos gobiernos para el desarrollo de la ciudad, razones que de tan obvias siquiera necesitan ser mencionadas porque la magnitud de obra pública llegada en estos últimos años evita cualquier comentario que pueda parecer partidista o ideológico, se inscriben en el territorio de los merecimientos personales de cada actor político de estos 200 años.

Pero dentro de este continente nos hallamos nosotros, células que le damos forma y vida a Cañuelas, partes insustituibles de su tejido social, siempre en constante tensión y conflicto por la lucha de los espacios aunque en absoluta armonía coexistiendo como parte de un organismo que nos regula y para el que aportamos la sustancia vital que nos atraviesa, para adquirir la relevancia de la ciudadanía, la distinción de poseer una identidad inalterable, la de CAÑUELENSES.

Sigamos transitando por esta senda de raíces profundas que cimientan nuestro futuro, ampliando nuestras posibilidades en un presente de extrema delicadeza en el equilibrio planetario y que sin embargo nos halla fortalecidos, con proyectos estratégicos que hacen de Cañuelas un enclave de privilegio que a 200 años de su nacimiento hoy recorre su mejor tiempo y ese tiempo nos desafía a compartir su esplendor y forjar, hombro con hombro, el lugar en el mundo que nos merecemos para vivir.