Aspiracionales... pero de los nuestros

Aspiracionales... pero de los nuestros

Aspiracionales... hemos usado este término con cierta frecuencia, sobre todo luego de que Cristina lo utilizara en uno de sus discursos, para definir a personas (tilingos) con determinado perfil que actúa con conductas propias de otra clase social, a la cual no llegan a pertenecer.

Noto, en estos días, observando comportamientos discursivos, que no solo están del otro bando, también tenemos los nuestros, los propios, que dicen pertenecer a un espacio nacional y popular pero que en definitiva asienten con el silencio, el avasallamiento de nuestro proyecto.

Quieren congraciarse con ellos, que jamás pusieron ni pondrán un voto por nosotros y permiten ataques al espacio, porque no están dispuestos a dar la cara para defender cada argumento que -supuestamente- dicen representar, con los que se llenan la boca, de frases vacías sin anclaje en la realidad.

Estos, también son "aspiracionales", pero nuestros y viven con estándares de vida cercanos a los de ellos, se mimetizan con ellos y tratan de no desentonar, muchos menos tratan de romper esa armonía en la que disfrutan de su pasar económico, aunque su militancia política apenas sea una farsa.

Ojo, no digo que tienen que ser como el Che ni que vuelvan a la lucha armada, claro que no, solo sería bueno que se hagan cargo de nuestra historia, que la revisen, que se sepan parte de un movimiento dispuesto a romper estructuras de privilegios e ir contra todo lo estatuido para concebir una patria justa.

Quieren emular a San Martín pero empiezan por comprarse un sable corvo, a San Martín lo hizo grande su abnegación, su temple, sus renunciamientos, por lo que sería bueno que si lanzan frases heroicas y grandilocuentes de Perón, Evita, Néstor y tantos más que luego actúen en consecuencia.

Los nuestros, los aspiracionales nuestros, incapaces de dar esta batalla, habitando en su zona de confort, que tantos réditos les deja, mes a mes desde hace años, algunos parecen más pastores evangélicos que militantes políticos y en cualquier momento ofician una misa en vivo antes que debatir.

Esos mismos que eran temidos revolucionarios cuando estaban afuera y hoy adentro no llegan ni a "conservadores", es penoso entender que solo salen al ruedo cuando los llama "un celular" para arrancarlos de esa plácida quietud en las aguas políticas en la que hacen "la plancha", el único estilo que aprendieron.