EL BLUF DE LAS ETIQUETAS

Bailemos al ritmo del "bluf" de las etiquetas, esas que condicionan, señalan y describen someramente lo que contiene dentro de aquello que se rotula, aunque muchas veces no coincidan con el contenido.

Sucede con la Izquierda, la siempre sorprendente Izquierda argentina, capaz de elaborar discursos altisonantes, apelando a la épica de los grandes pensadores históricos, desde Marx en adelante, llegando hasta Fidel.

Esa es su etiqueta: "trotskistas", "zurdos", "comunistas", "bolcheviques", "revolucionarios", pavada de antecedentes para estos muchachos de la Izquierda, uno se prepara para toparse con los herederos del Che.

Ahora, sucede que estos dirigentes de la Izquierda, de perfil bonachón, vienen dándole la espalda a su historia, en cada votación transcendental para los destinos de la patria, en las distintas cámaras del Congreso.

Cómo es posible que esa Izquierda, reaccionaria y confortativa, coincida en forma macabra con la más rancia expresión política de la derecha, aún con la abstención, en contra de los intereses del Pueblo.

Habrá que quemar todos los libros de historia que hemos leído, revisionar cada postulado, el único lugar del planeta donde pueden coincidir la Derecha y la Izquierda en reiteradas oportunidades en la Argentina.

Luego, vienen las excusas, los intentos de justificaciones, los pseudos argumentos mediáticos que buscan legalizar la práctica criminal de la traición ideológica, quemando las banderas y los ideales que pregonan.

La única verdad es la realidad, dijo Perón y esa realidad señala que la Izquierda se abstuvo de votar el aporte solidario de las grandes fortunas en fatal coincidencia con el macrismo; eso eso me da escozor y siento vergüenza ajena.

Por eso, vuelvo al "bluf" de las etiquetas: zurdos que resultan derechosos, defendiendo los intereses de los ricos que dicen combatir, todo lo que intente explicarlo y pueda decirse al respecto apenas suena a incoherente.

La incongruencia intelectual de la Izquierda se comprende desde el confeso antiperonismo que los corroe, es la razón suprema que los nubla, ser aniperonistas, de allí que hasta hayan favorecido la llegada de Macri al poder.