El Cañuelas del Tercer Centenario

El Cañuelas del Tercer Centenario

Haber soñado con este Cañuelas 16 años atrás era una quimera solo destinada para esos locos soñadores que pueden escapar a la realidad para evadirse de sus condicionamientos pero soñarla así en aquel 2007 luego de todas las crisis que la comuna venía enfrentando y que la iban subsumiendo hasta paralizar en forma absoluta su capacidad de gestión, por lo que se desprende que no era factible hablar de desarrollo, planificación estratégica y ni siquiera se podían sostener los servicios que se le cobraba a los vecinos.

Estábamos encapsulados, dominados por las deudas, políticamente aislados, sin servicios dignos, sin ambulancias propias, el Hospital Marzetti hacía 6 meses que estaban de paro y los pacientes internados comían gracias a los esfuerzos titánicos de la cooperadora al mando de don Ángel Pérez; desde la planta de depuradora se vertían líquidos al Cebey sin darle el debido tratamiento porque su obsolescencia no le permitía absorber los efluentes domiciliarios y los elementos que se rompían ya no eran reparados.

En ese contexto llegar 16 años después y ver la potencia arrolladora de este Cañuelas es algo que no estaba en los planes siquiera de los más optimistas pero que un proyecto político se atrevió a soñar y más que eso, se atrevió a plasmar: “Fui grande en el soñar y fui pequeño / El día de la acción, y eso me pierde... / ¡Pero, no quiero ya que se recuerde / Que ya es una virtud tener un sueño!”, como lo señala Pedro Bonifacio Palacios, Almafuerte, no es una virtud tener un sueño, la virtud está en pelear por ese sueño, darlo todo y si el sueño es colectivo se escribe la historia como lo dijo Antonio Cafiero: “Aquel que sueña solo, solo sueña, el que sueña con otros hace historia”.

La nueva planta de tratamiento de efluentes domiciliarios, proyectada para 20 años, tal vez fue la primera gran obra de esta gestión; el Parque Industrial 1 (están por inaugurar el segundo); el Hospital Regional de Alta Complejidad Néstor Kirchner; la llegada del Mercado Agro Ganadero; el asfalto en los barrios y localidades; la ampliación del agua potable en barrios y todas las localidades.

Asimismo, se contribuyó a la mejora de los Servicios Públicos; la llegada de organismos oficiales como la Defensoría del Pueblo y ambas fiscalías; los edificios escolares secundarios para cada localidad, excepto Máximo Paz, que ya poseía; la llegada de las universidades; el embellecimiento de los espacios públicos; la puesta en valor del edificio Municipal; el equipamiento de las unidades sanitarias.

Esta enumeración sucinta apenas es un juego tentador de la memoria que no recurre a los datos escritos, con el alto riesgo de poder dejar afuera alguna obra colosal, esas que contribuyeron para que Cañuelas se convierta en la ciudad más pujante de toda la región, con pleno desarrollo empresarial, laboral y educativo, con emprendimientos estatales que facilitan el acceso a los terrenos y las viviendas para que nuestros jóvenes se queden acá, entre nosotros.