El cinismo de la derecha
Lic. Raúl E. Valobra
El discurso de la Derecha es penetrante, tan penetrante que nos hace jugar a todos con sus reglas hasta inconscientemente y lo más asombroso es que repetimos como loritos sus apotegmas y diatribas más famosas, que casi siempre aplican para nuestros representantes pero jamás para los suyos.
La prueba más palpable de lo que expreso son los requisitos que nosotros le exigimos a nuestros candidatos, en un tono implacable, con axiomas que rozan lo ideal, casi imposibles y que de cumplirlos a todos sería tal vez candidato al nobel de la paz más que a lo que sea que se postule en política.
Ellos, tuvieron entre sus filas de candidatos a Macriiii, a Mileeeeeei, sin embargo, ¿ustedes escucharon alguna vez hablar de la degradación moral, ética y humana que significan estos tipos en la galería de presidentes? jamás, porque para ellos no califica ese tamiz que nos obligan a imponerle a los nuestros.
Y entonces decimos que Alberto esto, Néstor lo otro, Cristina aquello y que Kicillof otro tanto, pero ellos fueron capaces de votar a esos dos impresentables sin inmutarse, más allá de la degradación que significan en sí mismo, fueron ungidos presidentes con el criminal manejo de los medios de comunicación.
Somos críticos y exigentes para los emergentes del campo nacional y popular porque la derecha nos condiciona a ello, aunque luego midan todo con su doble vara, la derecha es esclava de ese perverso cinismo de instalar valores altos e impolutos para todo para luego arrastrarse en sus propias miserias inconfesables.
Pero además al discutir sobre esta calamitosa realidad te dicen “pero bueno, viste que de los nuestros”, dando ostensiblemente el codo a torcer, cediendo a la presión del medio, que se ejerce invisible, tácita pero que actúa en nuestra capacidad decisoria, nos vencen desde lo discursivo más allá de los argumentos.
Es muy dramático observar que Macri sigue opinando de política, cuando debería estar preso por la deuda externa contraída y fugada, condenando al país a una crisis sin precedentes solo superada por Milei, el gran invento de los medios, que a nueve meses tiene indicadores económicos propios de una catástrofe nuclear.
Entonces debiéramos defender con vehemencia a los nuestros, “no, pará, los nuestros son los mejores”, ante esa runfla mafiosa que solo son parte de una coyuntura, en la cual se prestan a ser funcionales a los peores intereses del poder económico para expoliar nuestra soberanía económica y nuestros recursos.
Dejemos de usar el diccionario de hipocresía de la derecha, buceemos en la realidad que es nuestra mayor verdad, sin las anteojeras mediáticas, ampliemos el espectro de nuestra mirada, entonces tendremos más que claro que con virtudes y defectos nuestros candidatos siguen siendo los mejores en cada elección.
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