ENTRE LA RESIGNACIÓN Y EL CINISMO DE ALGUNOS RADICALES

ENTRE LA RESIGNACIÓN Y EL CINISMO DE ALGUNOS RADICALES

Lic. Raúl E. Valobra

 

Es demasiado chocante presenciar ciertos justificativos familiares para evitar transcurrir por las frustraciones políticas y/o las contradicciones humanas que se suceden en torno de las próximas elecciones y que de ningún modo representa un salto cualitativo del derecho individual ¿DERECHO INDIVUDAL? luego de pasar de De la Rúa a Carrió; de Carrió a Stolbizer; Stolbizer a Sanz; de Sanz a Morales; previa y fatídica recalada en el PRO, para convertirse en su dama de compañía, mucho más nefasta aún que aquella Alianza de los comienzos del milenio.

Pero esos custodios de los valores de la República, baluartes de la ética y moral, hoy dicen: “en casa ya les dije que voten al que quieran”, tan sueltitos de cuerpo, como queriendo eludir la responsabilidad innata de quien siempre ha opinado en política, quien sostuvo un compromiso férreo con aquellas banderas gastadas del radicalismo, tantas veces vilipendiadas por algunos de sus dirigentes, hasta llevarlo a ese hastío residual que vomitan con un tajante: “son todos lo mismo”.

Desde cuándo no participa en las discusiones políticas de las mesas de café, amigos o familia, expresando el horror que representa para el país Milei y Bullrich, con toda esa batería de barrabasadas e incoherencias que vociferan amenazantes, acaso sea posible ver que alguien se estrellará contra una realidad dolorosa y permitimos que siga su rumbo, sin hacer siquiera el intento de evitar esa colisión que puede llegar a ser fatal, en este caso para el futuro del país y de nosotros, lógicamente.

Más allá de esa pesada antología de fracasos y reveses electorales que acumulan sobre sus espaldas, quedarse callado es creer que cuando caiga la bomba será con secuelas selectivas sin ver que HARÁ PEDAZO TODO y si no nos liquida el impacto, nos acaban las esquirlas, entonces: chau indemnización laboral, educación pública y salud pública; chau obra pública, subsidios al transporte público; a la luz y el gas; chau industria nacional, Pymes y el modelo productivo; chau universidades nacionales gratuitas; chau remedios gratis para los jubilados.

Desde esa resignación con sabor a bronca es que llegan a permitirle a cualquier “joven” que emita un voto suicida, evitando decirle que apenas es víctima de un brutal sistema de manipulación mediática que provoca y abusa de su miopía política para hacerlo esclavo de una falsa sensación de transgresión, eligiendo a un desquiciado mental que pregona un discurso tan viejo como el fascismo y tan salvaje e impiadoso como el nazismo aunque lo llamen de otro modo.