La Deuda de los Campeones

Lic. Raúl E. Valobra

El tema es que luego de tantos años, ciertas cosas ya no me colman, no me sacian y no es por considerarme un eterno inconformista, claro que no, es porque entiendo que más allá de las propias virtudes naturales que nos destacan y que refieren a nosotros mismos y/o nuestros egos, exijo aquella necesaria virtud de la empatía que nos vincula que con el contexto donde acontecemos como seres y nos aglutina con el resto de la gente.

Yo no quiero confundir los momentos, disfruté sobradamente cada logro de este grupo de jugadores de la selección argentina, los aplaudí conmovidos en cada momento de euforia ¿pero eso es todo? ¿es decir que debo resignarme a que estos jugadores venidos todos de estratos sociales bajos no opinen sobre la realidad económica del país? ¿su compromiso con esa gente que los ama acaba luego de cada festejo colectivo?

Por eso es que sostengo: los “multicampeones” a nivel humano dejan mucho que desear por su nulo compromiso social, el que le exijo a cada persona que logra cierta trascendencia, salvo Lisandro Martínez, mostrando el pañuelo de las Madres de Plaza de Mayo, el último 24 de marzo, el resto viven en una realidad paralela, cuando el 55 por ciento de la Argentina vive hoy en la pobreza, mientras la miran desde Europa.

No quiero traer nombres que nos lleven a realizar odiosas comparaciones, la grandeza es un concepto integral que no puede eludir determinadas aristas humanas, ser ídolo conlleva otras responsabilidades INELUDIBLES, que no terminan en los 90 minutos de cada partido, nuestros colores entrañan un sentimiento con carnadura y no son una entelequia vacía de humanidad, sin recorrido por las circunstancias.

No pretendo pecar de extravagante ni parecer odioso, sé que lo que digo no es oportuno pero de todos modos debo decirlo porque jamás fui un oportunista con discurso acomodaticio, me pasa en cada disciplina, órbita o esfera de la realidad, con los artistas, no me basta la capacidad estética si detrás de ello no existe una virtud empática que lo consolide, yo no puedo separar la obra del autor, porque todo sale del mismo ser.

Lástima Campeones, siguen en deuda pero aún están a tiempo de subirse a la grandeza, mírense en el espejo de Kylian Mbappé, jugándosela para pedir que votaran a la Izquierda y dando sus “sobrados” fundamentos, teléfono Campeones, siéntanse tocados moralmente, se puede y se debe participar; sobre todo cada uno de ustedes debe recordar de dónde viene y no traicionar a quienes no tuvieron la misma suerte de ustedes.