PERIODISMO SIGLO XXI
Por Raúl E. Valobra
Y cuando nos dimos cuenta y reaccionamos ya nos habían invadido, teníamos el territorio copado y los recursos tomados, nuestro amor a la libertad pagaba un alto precio por querer ser y dejar ser ya que “la verdad” pasó a ser rehén de los mercenarios que llegaron al periodismo para destruirlo, dinamitando las columnas sobre las que construyó este prestigio que hoy agoniza tras turbios negociados.
La degradación del periodismo no fue casual, fue una operación deliberada para desarticular la herramienta más poderosa del pueblo
Cuando pudimos entender de qué se trataba, el periodismo ya sufría la intrusión del poder económico, con su lógica de mercado, que se adueñó del tráfico comunicacional, operando sobre el vaciamiento de sentido de todo el campo y, como si se tratase de una guerra bacteriológica, el poder destructivo de la mentira se expandía, noticia tras noticia, como agente propagador.
El propósito estaba logrado, el periodismo estaba desvirtuado y su voz ya carecía de ascendencia en la sociedad como para imponerse, las mentiras bombardearon todos los canales comunicativos, apropiándose con mayor facilidad aún de los nuevos soportes tecnológicos privándonos de la verdad como valor supremo para que la velocidad ocupe, con privilegios y honores, su lugar.
La degradación del periodismo no fue casual, fue una operación deliberada para desarticular la herramienta más poderosa del pueblo, de gran contundencia y efectividad, capaz de derrocar en su momento al mismísimo presidente del imperio, sin embargo, hoy transita su penosa decadencia, con los troyanos que, con la excusa de la pluralidad y la libertad de expresión, nos transformaron.
Operadores, lobistas, mercenarios, extorsionadores, blasfemadores, mercaderes, sicarios de la verdad, vendepatrias, se nuclearon en algunos sitios puntuales, multimedios poderosos y hegemónicos, para asegurarse que el resultado sea elegante pero firme sin que nadie sospeche siquiera de las asquerosas patrañas que se tejen detrás de la elaboración de cada noticia para que una vez lanzadas, actúen sobre las personas.
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