RUMBO A LAS INTERNAS

RUMBO A LAS INTERNAS

Lic. Raúl E. Valobra

Si yo tuviera la potestad de elegir, escogería tener el partido con sus puertas abiertas todo el año, más allá del compromiso social que eso significa a nivel demandas insatisfechas; pero de cara a la construcción política que el Peronismo pregona se me ocurre que es la única manera de sostener nuestra identidad en este siglo XXI, tan lejano de nuestra historia primigenia.

Es que luego nos preguntamos cuáles son los motivos del alejamiento de las masas populares del Peronismo, no busquemos muy lejos, nadie se enamora de aquello que no conoce y aparece en sus vidas cada dos años, sin dejar de lado la manipulación mediática, la estigmatización y persecución que sufren los distintos actores del campo nacional y popular.

El Partido Justicialista fue referente de los trabajadores mientras mantuvo un vínculo estrecho entre afiliado, partido y funcionarios y no fue meramente una herramienta electoral, una estructura de poder, fue consecuente con el incansable trajinar de Evita en pos de satisfacer cada necesidad y de Perón gobernando para acabar privilegios y otorgar derechos.

Eran las épocas gloriosas de las unidades básicas diseminadas por todo el territorio, sumando a la Juventud Peronista y hasta la rama femenina cobró en algún momento significancia, eso nos hizo invencibles, nos dio contigüidad con el Pueblo, hoy nada de eso se practica, nos dormimos en los laureles para convertirnos en militantes electoralistas.

Si no volvemos a nuestras raíces, difícilmente construyamos proyectos políticos que alcancen victorias sostenidas en el tiempo, este primer paso de las internas es saludable, crujen los engranajes oxidados, no nos ataquemos, debatamos ideas y propuestas, vayamos a votar con alegría y esperanza porque estamos dando el primer paso para volver a gobernar el país.

Pongamos como prioridad absoluta los problemas de la gente, de aquellos que imperiosamente necesitan que acabe este gobierno cipayo, no olvidemos que a ellos no les interesa si es Cristina, Axel o Máximo, la o el candidato en el 2027, lejos están de esa disputa, unos solo piensan si van a llegar a fin de mes, otros apenas quieren tener un plato de comida en su mesa.