Un Peronismo Peronista
Raúl E. Valobra
Deberá, necesariamente, nacer un nuevo Peronismo, capaz de interpretar y encabezar las reivindicaciones de este Pueblo, tan maltratado por la tiranía decretal del nuevo gobierno, por los reiterados atropellos institucionales al que nos quieren acostumbrar, desde una infinita dosis de irracionalidad y la abundante maldad que los recorre donde la Libertad No Avanza.
Peronismo sin especuladores, sin dobles discursos ni prioridades personales que se antepongan a las necesidades colectivas, sin traidores que nos desangren en luchas intestinas por un mezquino posicionamiento partidario, perdiendo el eje de la verdadera lucha en contra los enemigos del Pueblo.
Peronismo, quiero peronismo, siempre peronismo, peronismo auténtico, sin vacilaciones ni arrepentimientos, sin los exégetas del voto, sin los justificadores de derrotas ni los expendedores de recetas ideales para la victoria, quiero peronismo a ultranza, sin aquellos que temen identificarse porque prefieren el silencio cómplice y la militancia anónima de los tibios.
Peronismo de base, plano, sin la estructuración acomodaticia que atrofia las sustancia madre que se llama MILITANCIA, peronismo sin culpa, lejos de los falsos profetas que asoman con su mesianismo cuando se viven momentos de zozobras e incertidumbre, peronismo natural sin variantes ni recetas light, con todas nuestras banderas: Perón, Evita, Néstor y Cristina.
Peronismo con identidad, revolucionario, con propuestas superadoras, a favor del capital que genera trabajo; en contra del capital especulativo que apuesta a la timba financiera y del capitalismo salvaje que incontrolable devora todo a su paso, rompiendo el concepto de Justicia Social al generar asimetrías y concentración de riquezas incompatibles con la democracia.
Peronismo con hidalguía, con principios, con historia, pero de cara a un futuro que nos exige otras respuestas, incorpora nuevos actores y elementos que inciden en el curso de la realidad, la transforman y manipulan desde intereses creados que juegan a favor de un inapelable poder fáctico que se ejerce sin miramientos ni escrúpulos.
Peronismo lineal, sin privilegios ni salones vip, sin tarjetas ni invitaciones, sencillo, simple, claro, donde los dirigentes y los afiliados se parezcan, donde los candidatos representen nuestra esencia, sin devoción ni endiosamientos, con Lealtad y Coraje, sin pleitesías innecesarias ni genuflexión obsecuente, con dignidad, con la certeza de saber que hemos escrito todas las páginas más felices de este Pueblo.
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