Entre Rodolfo Walsh y Bartolomé Mitre

En un día tan paradigmático para el periodismo y los periodistas que alguna vez atravesamos por las aulas universitarias, dicho esto no como un gesto de pedantería sino porque allí es donde uno se acerca a la importancia de Rodolfo Walsh.

Precisamente hoy se cumplen 43 años del asesinato de Rodolfo Walsh, a manos de la dictadura, repartiendo en forma personal ese material periodístico que aún hoy se recuerda como otro acto de heroísmo, carta abierta de un escritor a la junta militar.

Allí fue sorprendido y se defendió con su revólver, pero el escuadrón que fue a apresarlo contraatacó con una ráfaga de ametralladora, fue herido, capturado con vida y llevado por ese grupo de operaciones sin que se volviese a saber del autor de "Operación Masacre".

Como contrapartida a eso, hoy murió Bartolomé Mitre, director de La Nación y tataranieto del personaje más nefasto y oscuro de nuestra historia, que por desgracia no solo lleva el mismo nombre y apellido de aquel asesino, también el mismo grado de perversión y maldad.

Este personaje se adueñó de Papel Prensa, con el otro capo mafia, Héctor Magneto, de Clarín, colaboracionistas y cómplices de la dictadura, que recibieron como premio a su silencio la empresa despojada a los herederos de la familia Graiver, en salas de tortura.

Qué destino tan caprichoso se esfuerza en mezclar al periodista más vocacional y honesto de nuestra historia Rodolfo Walsh, con uno de los personajes más nefastos, que dilapidó el prestigio de la profesión detrás de contubernios mafiosos, Bartolomé Mitre.

Nosotros cada 25 de marzo, seguiremos recordando a nuestro ícono, Rodolfo, por periodista, idealista y peronista; y ellos harán su duelo por el otro, el nefasto, el que aún tiene sus manos manchadas de sangre, como su tatarabuelo, gestor de la Guerra de la triple Alianza.