Construyamos una patria justa desde la memoria

Construyamos una patria justa desde la memoria

Lic. Raúl E. Valobra

 Qué lejos estamos de poder alcanzar una patria justa, qué lejos; y ni siquiera hablo en términos económicos estrictamente, hablo en términos de igualdad en la construcción de ciudadanía, de ese sujeto de derechos que nos habita y nos interpela más allá de nuestras intenciones, por el solo hecho de haber nacido en este territorio.

 Tenemos aún en el altar de celebraciones propias todo lo que le rinde pleitesía al poder, ese poder que nos masacró a lo largo de nuestra historia, sin embargo crecimos bajo sus garras infestas y ni siquiera podemos conseguir que los libros de historia con carácter educativo hablen del Bombardeo a la Plaza de Mayo. Un acontecimiento que debe ser parte de los contenidos educativos y señalado como el primer atentado terrorista ocurrido en el país, en lo que se constituye como el único suceso, a escala planetaria, en el que las Fuerza Armadas de un país bombardean a su propio pueblo. No existe otro caso igual, nunca el odio se atrevió a tanto.

 La historia mundial tuvo infinitos personajes nefastos, con distintos rangos, cargos y espacios desde donde ejercieron el poder, hablo de conquistadores, tiranos, dictadores, esclavistas, inquisidores y hasta presidentes. Sin embargo, ninguno de ellos jamás, a pesar de todos los holocaustos a los que nos refieren, fueron tan temerarios como para ajusticiar a sus propios hermanos, lanzando bombas sobre ellos, solo para resolver diferencias políticas. Hace unos meses, en la persona de nuestra Vicepresidenta, pudimos comprobar que todo lo que no se resuelve como tiene que ser, tarde o temprano regresa, con otros nombres, otros actores, pero siempre detrás del mismo objetivo: Matar y con un agente movilizador: el Odio.

 “CV”, (Cristo Vence) tenían inscripto en sus alas, los aviones de la marina que lanzaron bombas de fuego sobre Plaza de Mayo y la Casa de Rosada, como un resumen que exhibe esa promiscua  mezcolanza entre lo social con lo político y lo religioso, donde se nucleaba los más rancio de aquella sociedad (de mierda). Ellos, fueron el caldo de cultivo en el que prosperó tanto odio, “viva el cáncer”, escribieron primero, en descarada obscenidad del veneno que los transitaba, desde allí en adelante vendría todo lo peor, el bombardeo, los fusilamientos, la proscripción, la persecución, la desaparición, todo lo que ya sabemos y que los libros callan.

 Por qué los Peronistas, luego de haber gobernado tantas veces el país, asistimos en silencio al ninguneo histórico de sucesos que debieran estar grabados a fuego en la memoria colectiva, por qué no es parte de los homenajes presidenciales, el de aquellas víctimas civiles que perdieron sus vidas en esa feroz y cobarde emboscada. Por qué es que cada gobierno de turno, mucho más los Peronistas, no le dan importancia al Bombardeo a la Plaza de Mayo, como un hecho trascendental del siglo pasado y ni siquiera es parte de la agenda oficial de actividades, cada 16 de junio.

 No tengo nada en contra de que recuerden cada año otros atentados, me parece bien que se haga pero si vamos a construir una patria justa comencemos por respetar toda nuestra historia y eso merece que también recordemos y homenajeemos cada año, en la misma Plaza de Mayo a las víctimas del peor y más ruín atentado que sufrió nuestro país.