En la Plaza de siempre para oponerse al absurdo negacionismo oficialista

En la Plaza de siempre para oponerse al absurdo negacionismo oficialista

Lic. Raúl E. Valobra

Por dónde arrancar, es tan difícil traducir en palabras esa Plaza, esa inconmensurable Plaza del 24 de Marzo, una respuesta determinante a todas las pretensiones negacionistas -pro dictadura- de Milei y Villarruel, que escapa a las banderas políticas partidarias, engloba a todas las fuerzas vivas que componen la sociedad, ayer el Pueblo dijo su primer BASTA A TANTO ATROPELLO.

Ayer hasta el Radicalismo, pudo salir de su decadencia dirigencial, tomar un poco de sol, empaparse de calle, superar al menos por un día ese temor ancestral que lo condenó al ostracismo político, ponerse de frente a una realidad ineluctable, que sin duda obliga al gobierno a replantear los rumbos de sus políticas, incluyendo las de DD HH, a las que quisieron esquilmar con sus medidas depredadoras.

La nota sobresaliente fue la presencia de miles y miles de jóvenes poblando la Plaza que ya han hecho suyas las banderas de esta lucha que los trasciende pero que de ningún modo dejan de saberla suya, por herencia histórica y compromiso humano, desde una militancia fervorosa que los pone en el centro de la escena, en tiempos en que la sociedad postula ideas que los asocia a la banalidad.

La multitudinaria presencia contó con todas las organizaciones sociales de DD HH, los habitantes del campo cultural comprometidos con su tiempo, las organizaciones gremiales, la CGT y ambas CTA, los partidos políticos, el Peronismo, la Izquierda, el Radicalismo; y sobre todo estaba allí la conciencia popular en efervescencia desatando la bronca contenida en estos meses de Milei.

Los testimonios, las fotos, las repercusiones son elocuentes, uno se ve superado, no encuentra palabras para describir cada momento, que tienen además una connotación exponencial que regresa a foja cero todo lo actuado por el gobierno en forma avasallante, porque necesariamente deberán tomar nota, corregir su rumbo si no quieren ir directamente a una confrontación de final impredecible.

El Pueblo ayer se reencontró consigo mismo, se supo fuerte y revitalizado, se reconoció en cada abrazo, cada canto, cada discurso, en esta pulseada alcanzó a medir la debilidad de los que mandan escondidos en sus despachos, sabiendo somos herederos de los 30 mil desaparecidos, por los que nos convocamos y que ellos jamás cedieron ni claudicaron, aún en las peores adversidades.

48 años después del golpe de Estado, volvimos a padecer un gobierno de propósitos tan nefastos como aquel, con otros métodos, porque ya no necesita la muerte y la desaparición de las personas, hoy construyen hegemonía con prebendas a algunos políticos, jueces y periodistas; cambiaron el uso de la picana por la licuación salarial a través de la devaluación y una inflación galopante.