Las claves del juicio al “chacal” de Cañuelas, acusado de violar y abusar de su hijastra durante 17 años

Las claves del juicio al “chacal” de Cañuelas, acusado de violar y abusar de su hijastra durante 17 años

Miguel Ubaldo Reynoso enfrenta, desde ayer y hasta el miércoles, al Tribunal Oral Criminal N°4 de la ciudad de La Plata por los delitos de abuso sexual con acceso carnal triplemente calificado y privación ilegal de la libertad.

Hechos que cometió sobre su hijastra discapacitada durante 17 años, abusos por los cuales tuvo tres hijos con su víctima, a quien llamaremos M para preservar su identidad y la de los niños. Uno de ellos nació cuando M era menor de edad y los otros dos niños mientras la mantuvo en cautiverio en su casa de Cañuelas.

El hecho se conoció en abril de 2017 cuando la joven y sus hijos fueron liberados de la casa donde Reynoso los tenía en cautiverio y reducidos a la esclavitud. Durante todos estos años, el acusado estuvo detenido y, por la inacción judicial, casi logra un juicio abreviado avalado por la fiscal María Inés de la Cruz, que le iba a permitir reducir sustancialmente su pena presunta y pedir la detención domiciliaria.

El doctor Julio Torrada, abogado de las víctimas -hoy representadas por su hermana-, explicó que con la sumatoria de delitos, el “Chacal” debería ser condenado a 40 años de prisión y no a 15 como pretendía el acusado y la fiscal.

La lucha de V. su hermana mayor, hizo que finalmente este lunes comience este juicio que pueda llevar un poco de paz a toda la familia.

La trágica historia de M

La joven discapacitada, a quien vamos a llamar M, vivía con su abuela desde los 3 años. Cuando ella murió se la restituyeron a la mamá, identificada en la causa como Marcela Alejandra D. E. Allí comenzaron los abusos hacia M. A los 14 años fue violada por primera vez por su padrastro Miguel Ubaldo Reynoso.

Según V., la hija mayor, su mamá sabía de esta situación, pero nunca hizo nada hasta que M quedó embarazada y realizó la denuncia en el juzgado de la Dra. Pascual en los tribunales de Lomas de Zamora. Seis años después, esa causa se cerró por falta de méritos. Nunca se le hizo una pericia a M.

En aquel momento Reynoso llevó a toda la familia a Cañuelas, obligándolas a dejar la casa que les pertenecía, allí en Ezeiza. Ya en Cañuelas volvieron los abusos, producto de los cuales nació el segundo hijo y luego el tercero. Los ADN realizados confirmaron en un 99,9% que el abusador era el padre de los tres hijos de su hijastra.

En su momento, la mamá denunció la situación como un secuestro y luego desapareció. Nunca se presentó para impulsar la causa ni cuidar a su hija abusada ni a sus nietos. Su hija mayor, V., se hizo cargo de M. y sus hijos, y lucha día a día por su bienestar.

Fueron muchos años de abandono por parte de Estado y la Justicia, muchas advertencias y pedidos por parte de la familia que nadie escuchó, situaciones que podrían haber evitado si quienes tienen que trabajar y preservar los derechos de los niños, niñas y adolescentes hicieran su trabajo como corresponde.