Gustavo Arrieta no pudo asumir como interventor en la sede del PJ Misiones
El martes, los interventores Gustavo Arrieta y Máximo Rodríguez llegaron a Posadas para cumplir con la orden de intervención al Partido Justicialista (PJ) de Misiones y desarrollaron una intensa agenda de reuniones con las facultades del caso, pero ayer por la tarde hallaron la sede de Avenida López y Planes, totalmente cerrada y sus accesos bloqueados por simpatizantes de la conducción provincial.
Frente a esta situación los apoderados legales del PJ Nacional, Roberto Fernández Meire y Roberto Albornoz, denunciaron que no pudieron acceder a la sede del partido, debido a la presencia de militantes y fuerzas de seguridad que les impidieron el ingreso y frustraron la toma de posesión de los interventores.
Al respecto Gustavo Arrieta advirtió: "Nosotros tenemos las facultades plenas de la intervención, de hecho venimos manteniendo reuniones políticas con muchos compañeros, nos jutamos con todos los sectores. Además, firmamos las resoluciones, los frentes, las alianzas, la normalización del PJ", y afirmó en el cierre: "Es cierto que existe una disputa legal por el edificio de Avenida López y Planes, que si bien nos interesa no queremos que nos entretenga ni desvíe del objetivo principal".
La avanzada de los interventores designados a fines de febrero pasado por la titular del PJ nacional, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner (CFK), se retiró minutos después de las 19:00, luego de más de tres horas de negociaciones con los referentes del diputado nacional de Innovación Federal, Alberto Arrúa, que telecomandó a los suyos desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde se encuentra por sus actividades en el Congreso.
La espera por una resolución fue tensa y en un momento dado, incluso, pareció escalar, cuando un seguidor de Arrúa, que se había parapetado en el acceso principal de la sede partidaria, impidió el paso de Fernández Meire y también del apoderado de su sector, Martín Kornutta, poniendo el cuerpo y las manos para alejarlos de la puerta que, supuestamente, estaba llaveada.
“Vos me dijiste que ibas a ingresar vos y uno más, y traés toda esta gente”, le reprochó en ese instante el hombre de la puerta a Kornutta y Fernández Meire, que se replegaron y pidieron a quienes se habían congregado frente al edificio, que se retiraran a los alrededores “para descomprimir” la situación.
En la vereda, tres policías provinciales monitorearon en todo momento la situación, que registró otro prolongado paréntesis, en que ambos apoderados se embarcaron en maratónicas conversaciones telefónicas por instrucciones de sus jefes políticos.
La situación fue seguida de cerca por grupos de militantes y dirigentes de los sectores del peronismo misionero que acompañan el golpe de timón del PJ Misiones resuelto por CFK, como Gonzalo Costa de Arguibel, de Convergencia Justicialista, que estaban apostados en las inmediaciones de la sede partidaria.
Finalmente, todo terminó disolviéndose con la retirada de los apoderados Fernández Meire y Kornutta; y, mientras el primero se fue sin formular declaraciones, el segundo confirmó que el diputado Arrúa teledirigió el operativo desde CABA y que le ordenó “suspender las conversaciones” con la comitiva encabezada por su colega.
Según señaló, el tema se definirá el 30 de marzo próximo en una audiencia en la Justicia Federal de Posadas, donde están convocados los representantes de ambas partes. “Si en esa audiencia la justicia dispone que se entregue el partido, así se hará”, indicó el abogado.
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